Pórtico de la Gloria
Historia
Algunos autores se refieren a esta obra como «la puerta más hermosa de la Tierra» o como «la obra cumbre del románico en el Camino de Santiago». En este capítulo haremos un poco de historia sobre su realización y conservación con el paso de los siglos.
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El Pórtico de la Gloria es la obra cumbre del románico en Europa, que no debes perderte bajo ningún pretexto. Para ello debes reservar la visita con la máxima antelación ya que el acceso está limitado a unos pocos peregrinos al día. Actualmente la reserva y compra de entradas sólo se puede realizar con un máximo de 90 días de antelación. Más información:
http://catedraldesantiago.es/informacion-sobre-las-visitas-al-portico-de-la-gloria/
Reservas en: https://tickets.catedraldesantiago.es/
UN POCO DE HISTORIA
El Pórtico de la Gloria fue realizado por el maestro Mateo y sus ayudantes. La obra fue sufragada por el rey de León, Fernando II y finalizada en el año 1.211 (año en el que se consagró el templo), aunque la última fecha que consta inscrita en la piedra es la de 1.188 (año en el que se pusieron los dinteles del Pórtico). Existen constancias escritas que indican que dicho rey concede en el año 1.168 una pensión vitalicia de 100 maravedíes anuales al maestro Mateo para que continúe con la dirección de las obras de construcción de la Catedral de Santiago (que ya venía realizando) de manera exclusiva.
Hay que resaltar que esta obra sustituyó a una portada anterior (a la que crónicas de la época describían como la más bella de la Catedral, incluso superior a la de Platerías), construida apenas 60 años antes. Esto nos da pie a pensar que el maestro Mateo poseía ya una gran reputación, lo que llevó al arzobispo de Santiago a confiarle tan magnífica obra. Aunque no existen documentos que indiquen los motivos de esta sustitución, se barajan varias hipótesis para justificar el cambio:
– La primera sería la destrucción o accidente grave de la antigua portada.
– Otra (que creemos más probable) indica que, debido al gran progreso del románico, el arzobispo se vio obligado a encargar una obra monumental que fuese capaz a la vez de enseñar y asombrar a los peregrinos llegados a Santiago desde toda Europa, después de haber gozado de las grandes obras que salpicaban todo el camino. Esta obra sería la primera imagen que recibieran al llegar a su destino y pretendía que les quedase grabada para siempre en su alma y su recuerdo.
– Joaquín Yarza Luaces, en el libro El Pórtico de la Gloria, propone otra teoría diferente, asegurando que “hay cierta seguridad de que de la portada antigua no existía prácticamente más que en proyecto”.
Para entender el Pórtico de la Gloria, debemos observar que, por esas fechas, el pueblo era totalmente analfabeto y para poder explicarles los distintos episodios de la Biblia se recurría a los “sermones de piedra” con figuras y símbolos que la gente sabía interpretar perfectamente. También debemos tener en cuenta que, en su origen, el Pórtico de la Gloria era visible desde el exterior del templo (ya que no existía la Fachada del Obradoiro, construida varios siglos después), recibiendo a los peregrinos que quedaban maravillados por su belleza; pudiendo contemplar en todo su esplendor la Gloria de Cristo Rey y su mensaje de salvación.
En su origen el pórtico estaba policromado con oro y vivos colores entre los que destacan: lapislázuli, albayalde y bermellón (con los que consiguen un color rosa claro para dar vida y expresión a la carne), negros carbón y hueso aglutinados con aceite de lino, etc.; así como láminas de oro puro y, en menor medida, plata.
En el siglo XVI recibió una segunda policromía de la que destacan las decoraciones de los mantos y las túnicas, así como las encarnaciones, de color mucho más intenso que las anteriores.
En 1.651 se encargó a Crispín de Evelino la tarea de pintar los brazos, pies y manos de las figuras de la portada principal, por lo que cobraría 130 ducados (dato que consta en un documento conservado en el archivo de la Catedral).
En 1.866 Domingo Brucciani recibió el encargo del gobierno inglés, por orden del conservador John Charles Robinson, para hacer una réplica a tamaño original del Pórtico (que se exhibe en el Museo Victoria and Albert de Londres), y que se llevó parte de los colores adheridos al molde de yeso que realizaron.
En 2.018 se dio por finalizada una profunda y concienzuda restauración del Pórtico iniciada en el año 2.009 con los estudios previos y que dio paso, ya en el 2015, a la instalación de los andamios y restauración propiamente dicha. Esta consistió en la recuperación, lo más fielmente posible, de la decoración y policromía que poseía en sus inicios.
El conjunto escultórico actual no es la obra exacta que diseñó el Maestro Mateo, ya que se retiraron algunas tallas cuando se construyó la Fachada del Obradoiro (de estilo barroco y realizada entre los siglos XVII y XVIII) para proteger el Pórtico de las inclemencias meteorológicas de la zona, que fueron desgastando la piedra y lavando la policromía que lucía en su inicio.
Estas estatuas retiradas las podemos encontrar:
– La mayor parte de ellas se encuentran expuestas en el Museo de la Catedral, donde se cuentan sus orígenes y su construcción.
– Dos figuras (Abraham e Isaac) se encuentran actualmente en el Pazo de Meirás, (anteriormente estaban en la casa Cornide, en A Coruña), propiedad de la familia de los Franco a quien fueron “donadas” por el Ayuntamiento de Santiago en tiempos de la dictadura. Estas figuras están reclamadas judicialmente debido a que su antiguo propietario, el Conde de Ximonde, las vendió al ayuntamiento en 1.948, pero con la condición de que no pudiesen ser enajenadas, donadas o cedidas por dicha entidad.
– Dos figuras se encuentran en el Museo de Pontevedra, se trata de dos imágenes del Antiguo Testamento, posiblemente 2 profetas y fueron adquiridas en el año 1.956 al ya mencionado Conde de Ximonde.
– Otra escultura de 185 cm de altura, decapitada y que forma una columna de un único bloque de granito, apareció en el año 2.016 emparedada y oculta bajo tierra, formando parte del relleno de la Torre de las Campanas de la Catedral. No se conoce su identidad, pero se cree que podría formar parte del grupo de los profetas. Lo que sí está claro es que dicha escultura fue realizada por el taller del Maestro Mateo, sobre todo por los pliegues de los ropajes que luce.
A TENER EN CUENTA
Desde el mes de septiembre de 2018 se puso a la venta en las tiendas de la Catedral, al precio de 5€, una guía para poder disfrutar de la visita a esta obra cumbre del arte románico y comprender mejor el sentido de su mensaje.
Para poder contemplar el conjunto artístico y garantizar su conservación, la Catedral de Santiago ha organizado un sistema de visitas que podrás consultar en su web: http://catedraldesantiago.es/portico-de-la-gloria/
Dichas visitas se realizarán en grupos formados por un máximo de 25 personas con un guía, y deberá adquirirse una entrada en las taquillas del Museo o en la web de la Catedral. La duración de la visita será de 45 minutos y cada hora habrá 2 grupos (a “en punto” y a “y media”). Información susceptible de variación a criterio de la Catedral.
El Maestro Mateo
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EL MAESTRO MATEO
En este apartado intentaremos aportar algo de luz sobre la figura de este insigne artista. Para ello nos basaremos en el libro de Rafael Silva “El Pórtico de la Gloria”, que recoge los estudios realizados por el historiador José Ramón Barreiro y con amplias referencias, entre otros, al también historiador Antonio López Ferreiro.
En primer lugar, hay que decir que no se dispone de mucha información sobre el autor del Pórtico de la Gloria, ya que la sociedad de la época estaba estructurada en base a unas pocas figuras (reyes, obispos y nobles) que eran los que tenían el privilegio de quedar retratados para la posteridad en los documentos que conservamos en la actualidad. El resto de los mortales (artesanos, artistas, guerreros y campesinos), rara vez aparecían en algún documento o contrato aislado.
La primera constancia escrita referida al maestro Mateo la encontramos en un documento fechado en 1.168, donde el rey Fernando II dona al maestro una renta vitalicia consistente en dos marcos de plata semanales, de forma que sumasen 100 maravedíes al año.
La segunda noticia cierta se encuentra en el dintel de la portada central de la Catedral de Santiago, donde se puede leer que el día 1 de abril de 1.188 se pusieron los dinteles y que el maestro Mateo se encargaba de las obras que había dirigido desde los cimientos.
Según López Ferreiro, el maestro Mateo aparece mencionado en una escritura de 1.189 donde Diego Mateo y su esposa Dulcia venden a Urraca Rodríguez y a sus hermanos una casa edificada por su abuelo. Este documento nos da a entender que Diego era hijo del maestro.
En otro documento con fecha 26 de abril de 1.192, el maestro Mateo aparece como testigo de una donación realizada al arzobispo de Santiago por parte de Nicolás Froila de una parte de la iglesia de San Julián de Amenairas, Cerca de Cambre (A Coruña). López Ferreiro nos apunta que es posible que el maestro estuviese trabajando en las obras de reedificación de la iglesia de Cambre, que se realizaba por esas fechas.
Otro dato cierto es la localización de las casas que habitaron el maestro Mateo y su familia, a las que se hace referencia en el Tumbo de Tenencias de 1.352, donde se indican las rentas a pagar “das casas que foron del meestre Matheu por Martín Matheu cinquo onças de prata”. Según López Ferreiro, dichas casas estaban situadas frente a la portada de Azabachería y en el ángulo formado por el palacio arzobispal y el monasterio de San Martín.
Debido a todo lo expuesto, podemos afirmar que el maestro Mateo estuvo estrechamente vinculado con Galicia durante su vida (o gran parte de ella), aunque no podemos asegurar que ese fuese su lugar de nacimiento.
A partir de este punto, vamos a referirnos a otros datos y conjeturas sobre el maestro Mateo que varios autores dan por ciertos, aunque no hay documentos escritos que los corroboren.
El maestro trabajó en 1.161 como ponteador en el puente de Cesures (A Coruña). Este dato concuerda cronológicamente con lo que sabemos de Mateo. la primera referencia conocida de este hecho es la escrita por Llaguno, pero sin indicar ningún tipo de documento que lo acredite. Según la web Real Academia de la Historia DB-e, en el apartado dedicado al maestro, podemos leer “En realidad, como se demostró en 1988, el pergamino que contiene el legado para la obra del puente de Cesures para nada menciona a Mateo, aunque allí figura otro donativo importante para la fábrica de la catedral compostelana (C. Manso Porto)”.
Existe un documento fechado el 31 de enero de 1.155 donde el Obispo de Lugo, don Juan, resuelve un litigio sobre la viña de Pumariño. En este documento se indica que dicha viña colinda, en uno de sus límites “… per terminos de Magistro Mateo …” y entre los testigos aparece el nombre de Mateo. Murguía afirmaba que Mateo tenía tierras en Lugo y que existía cierta relación con la iglesia lucense por lo que “más justo sería creerlo gallego y tal vez lucense …”. López Ferreiro comenta que es difícil identificar al maestro Mateo con este documento, debido a que el término “magistro” se utilizaba para los maestros en letras y no para los artistas.
En relación con el punto anterior, Filgueira Valverde investigó en los archivos de Lugo, buscando documentar la relación del maestro Mateo con esta ciudad y situar su posible origen lucense, encontrando continuas referencias, desde el año 1.155 hasta 1.267, de una familia con patronímico Matheus. De esta investigación, publicada en 1.948 podemos destacar lo siguiente:
En 1.184 juran fidelidad al obispo, Matheus Petri y Matheus Mathei.
En 1.191 Matheus Petri aparece como testigo en la venta de una casa.
En 1.202 realiza un juramento de fidelidad Joannes Mathei.
En 1.207 aparece un reconocimiento de señorío suscrito por Johan Matheu.
En 1.235 un tal Matheus Petri aparece como testigo en una venta.
A mediados del siglo XIII aparecen referencias de un juez de Lugo llamado Matheus Johannes.
En 1.267 María Mathei y su esposo venden una casa al obispo de Lugo.
El estudio de Filgueira Valverde viene a demostrar la amplia relación entre el nombre (y apellido) Mateo y Galicia, con ramas en Lugo y Santiago; y aunque no podemos asegurar con certeza que correspondan con el maestro Mateo, existen muchas posibilidades de que así sea.
Algunos autores indican que el Maestro Mateo era hijo del ponteador Pedro el peregrino, que fue quien rehízo el puente de Portomarín en el año 1.120 (dato que aparece en el Códice Calixtino), y de quién habría recibido la educación artística. Debido a este dato, algunos autores atribuyen al maestro Mateo la iglesia de San Nicolás de Portomarín.
Otras fuentes indican que Mateo puede ser hijo de Petrus Deustambén (que también era ponteador), del que hay referencias como constructor del Puente sobre el Esla y del Puente de Salime (Asturias) sobre el Navia; al que se refiere la tradición oral (Petrus Petri / de Castro natural / hizo el puente de Salime / la iglesia y el hospital / y la catedral de Lugo / a donde se fue a enterrar / abril el año 1.113). Si este dato es cierto el padre del artista sería natural de Castro (topónimo muy común en Galicia).
También existe la leyenda popular, recogida y novelada por Neira de Mosquera en el libro “Historia de una cabeza”, que indica que Mateo (caballero leonés y arquitecto de palacio) llegó a Santiago de Compostela de la mano del rey Fernando II para visitar la Catedral. El arzobispo don Pedro Suárez de Deza manifiesta al rey que los moros se llevaron las campanas y las puertas de la catedral. Éste, en recompensa a la fidelidad que el arzobispo le profesa, nombra a Mateo maestro de obras para que reconstruya el pórtico expoliado por los moros.
Dicha leyenda (insistimos en que esta versión fue novelada) indica que el 1 de abril de 1.188, el pueblo (comandado por el arzobispo) se congrega para contemplar la obra realizada por el maestro. La gente queda sorprendida por su belleza, pero se dan cuenta de que una figura muy parecida a Mateo aparece representada en un ángulo del tímpano central, que representa la Gloria. El arzobispo también repara en esto y lo recrimina por el atrevimiento de situarse en tan privilegiado lugar, amenazándolo con la excomunión si no lo retira. El artista así lo hace, situándose ahora mirando hacia el altar, de espaldas a los vicios y postrado de rodillas, en posición de sumisión y respeto.
Muchos autores posteriores dieron esta historia como totalmente cierta, sin discernir entre lo que era historia y lo que había sido invención personal del autor ya citado.
Según dicha leyenda, el pueblo arrancó los ojos del maestro para que no pudiese repetir la obra que había realizado en la Catedral.
Debido a lo anteriormente expuesto, y aunque existen autores que indican que su origen es francés o leonés, podemos señalar que (aunque no conocemos fehacientemente ni el año ni el lugar de nacimiento) es muy posible que fuese de origen gallego y que aquí paso gran parte de su vida.
Tampoco conocemos donde está enterrado, aunque no es descabellado suponer que pudo ser sepultado a los pies de su mayor obra (como era costumbre de la época). Esta hipótesis explicaría también el culto que el pueblo le sigue manifestando, otorgándole tratamiento de santo (su efigie se conoce vulgarmente como “o Santo dos Croques”).
SU OBRA
La única obra que se puede adjudicar a Mateo con absoluta certeza es la del Pórtico, ya que figura una inscripción en el dintel que así lo atestigua.
Otras obras atribuidas al maestro son:
1 – El Claustro de la Catedral de Santiago, iniciado en 1.124 y que en 1.160 seguía en obras. López Ferreiro cree que Mateo dirigía las obras en 1.166 cuando le fue concedida la pensión por el rey Fernando II.
2 – El Coro pétreo de la Catedral de Santiago. López Ferreiro cree que debió ser esculpido cuando el maestro ya trabajaba en el Pórtico. Otros autores indican que pudo ser realizado por discípulos de Mateo no antes del siglo XIII. En opinión de Barreiro (y siguiendo los criterios de Pita Andrade y Chamoso Lamas), el Coro es obra del maestro y fue realizada con anterioridad al Pórtico, aduciendo que debió ser la obra que demostró su mérito y capacidad y que le llevó a ser elegido por el arzobispo para sustituir la antigua portada (construida sólo 60 años antes y a la que Aimerico se refiere como la más bella de la Catedral) sin exponerse a que fuese un rotundo fracaso.
3 – Portada Sur de la Catedral de Ourense. Por sus grandes similitudes con el arco de la epístola del Pórtico. Después de un concienzudo estudio, Pita Andrade escribió que dicha portada fue hecha “con participación directa de Mateo o bajo su supervisión”
4 – Iglesia de San Juan de Portomarín. Donde podemos observar el estilo De Mateo, sobre todo en el Pórtico. Algunos autores rechazan esta idea, indicando que el Cristo aparece en una actitud poco mateana y sugieren que su construcción fue posterior al maestro; por lo que pudo ser realizada por algún pupilo de su escuela.
5 – La iglesia del Monasterio de San Lorenzo de Carboeiro, que debió ser construida entre el 1.171 y el 1.192. En ella encontramos el típico pórtico de la escuela de Mateo, con los símbolos de los Evangelistas, los 24 ancianos del Apocalipsis en la arquivolta y el Cristo en Majestad.
6 – Otras obras pueden ser:
Una parte del Palacio del arzobispo de Santiago.
El Cristo superior de la portada de Platerías de la Catedral (obra de juventud).
El ya mencionado puente de Cesures (aunque debemos tener en cuenta referencia que hemos hecho a la web http://dbe.rah.es/biografias/13613/maestro-mateo donde se niega este punto) y la reedificación de la iglesia de Cambre.
El influjo del arte del maestro Mateo se puede observar en varias obras posteriores por toda la zona gallego-castellana, repitiendo una serie de elementos comunes como son:
– Portadas representando la Gloria, con el Cristo en majestad
– Los ancianos del apocalipsis, dispuestos radialmente en una arquivolta de la portada.
– Figuras adosadas en los fustes de las columnas.
– Arcos con hojas dispuestas radialmente.
– Arcos con hojas abrazando las molduras del bocel.
– Pequeños arcos de herraduras ciñendo boceles de las ojivas y capiteles-ménsulas.
Podemos asegurar que pertenecen a la escuela mateana obras como el Pórtico del Paraíso de la catedral de Ourense , la portada de la iglesia de San Bartolomé de Pontevedra, las portadas de Santa María y Santiago de Betanzos (A Coruña), San Esteban de Ribas de Miño (Lugo), Iglesias de Cambre (A Coruña), Taboada dos Freires (Lugo), Santa María del Campo (A Coruña) y las fachadas de San Martín de Noia (A Coruña) colegio de San Jerónimo (Santiago); entre otras muchas.
En Castilla podemos observar su rastro en las iglesias de San Juan del Mercado y Santa María de Azoque en Benavente (Zamora); el sepulcro de la Magdalena (Zamora), Santa María la Mayor de Toro (Zamora), La capilla de Talavera de la catedral de Salamanca, la catedral de Ciudad Rodrigo (Salamanca), fachadas de Santo Domingo y Santo Tomé (Soria).
Curiosidades
En este apartado hacemos referencia a una serie de datos curiosos sobre el Pórtico de la Gloria y alguna de figuras que aparecen representadas en él, así como tradiciones que lo rodean.
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CURIOSIDADES SOBRE EL PÓRTICO DE LA GLORIA
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LA CABEZA DE SAN ANDRÉS: Es la única talla realizada en mármol (se descubrió al desprenderse la policromía). El resto de las figuras, salvo el parteluz, están esculpidas en granito.
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LA REINA DE SABA (O ESTHER, SEGÚN OTROS AUTORES): El maestro Mateo la esculpió con vestido ceñido, mejillas ruborizadas y voluptuosos senos; pero un arzobispo pudoroso mandó rebajar sus atributos (acto que todavía se puede observar mirando detenidamente la figura y descubriendo el cambio de color de la piedra en esa zona). La tradición dice que este acto no gustó a las mujeres de la comarca, por lo que empezaron a dar forma de seno a los quesos que elaboraban, siendo denominados quesos de “tetilla”.
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LA SONRISA DE DANIEL: O “Danieliño” para los gallegos. De esta figura el escritor Manuel Rivas escribió: “en el pórtico hay otro profeta que no habla. Quieras o no, la mirada lo elige. Te lleva a Daniel. Está sonriendo. Una sonrisa contagiosa. Nunca antes la piedra había sonreído así. Una de las mejores sonrisas de la historia del arte. Tan enigmática como la de la Gioconda, pero mucho más pícara”. Según los estudiosos, esta sonrisa se debe al gozo por haber anunciado con precisión la venida de Jesús; sin embargo (y enlazando este punto con el anterior) la tradición dice que la sonrisa pícara que esboza se debe a la voluptuosidad de la figura a la que mira de reojo y que corresponde a la Reina de Saba.
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FIGURAS EN CONVERSACIÓN: En todo el conjunto escultórico encontramos gran cantidad de imágenes que parecen mantener conversaciones entre ellas, rompiendo el hieratismo que predominó en todo el arte románico. En la arquivolta central observamos a los 24 ancianos del Apocalipsis hablando entre ellos mientras afinan sus instrumentos. En el tímpano también podemos ver a la turba celeste en animada conversación, mientras esperan para entonar los cánticos de Gloria al Redentor. Tanto los Apóstoles como los profetas representados en las jambas parecen estar hablando entre ellos, …
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EL ÁRBOL DE JESÉ: En la parte baja del fuste de la columna de mármol que divide en dos el arco central (parteluz), justo donde aparece representado Jesé acostado y debajo de la figura del Rey David tocando su arpa, podemos observar 5 pequeñas oquedades producidas por el desgaste de las manos de miles (o millones) de peregrinos que, siguiendo una tradición centenaria, se apoyan en ellos para realizar cinco peticiones al Apóstol.
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LA MANO DEL PARTELUZ: Contradiciendo lo anteriormente escrito, hemos encontrado un trabajo del año 2.009 publicado por el profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, D. José Manuel García Iglesias, en el que pone en duda la teoría del desgaste indicando que “Estamos, en todo caso, ante una columna realizada en un mármol de O Incio (Lugo), muy rico en cuarzo y de gran resistencia a cualquier efecto erosivo en el que la huella de la mano en cuestión debe de ser entendida, a nuestro parecer, como resultado de una talla y pulimentado perfectamente definido y programado desde un primer momento”. También comenta que el rito de poner la mano en el Árbol de Jesé pudo iniciarse sobre el año 1.920 y que se masificó en el Año Santo de 1.954. El profesor hace referencia a una leyenda que afirma “la existencia de la citada mano es que ésta es la huella de la de Nuestro Señor, en el momento que cambió la orientación de este templo.” Y cita el libro de A. Jouvin de 1.672, El Viaje de España A Portugal, donde se puede leer: “… la Puerta Santa, porque Nuestro Señor pasó por ella cuando entró dentro para cambiar su asiento y volver el altar de occidente, donde está, hacia el oriente, y como verdad de ese hecho nos enseñaron su mano impresa en la piedra de uno de los pilares que está a la entrada de la nave, por donde Nuestro Señor la cogió para moverla”. También se cita esta leyenda en otra referencia (G. Manier – Peregrinación de un campesino picardo a Santiago de Compostela a comienzos del siglo XVIII).
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EL BÁCULO DE SANTIAGO EL MAYOR: El mismo autor citado en el punto anterior indica que, al menos hasta 1.885 existía la tradición de tocar la parte inferior de la columna adosada en el lado suroccidental del centro del crucero, debido a que (según la tradición) contenía en su interior el báculo (bordón) de Santiago el Mayor. El profesor José Manuel García Iglesias indica los nombres de una serie de peregrinos y libros que hacen referencia a esta tradición, con fechas que van desde 1.465 a 1.905. Según el profesor, el ritual se perdió en favor de otros más visuales como son el acceso a la cripta (donde se puede rezar ante la urna que contiene los restos del Apóstol) y la ascensión al camarín (donde se abraza la figura de Santiago Peregrino).
Aunque la columna indicada no está en el pórtico, nos pareció interesante incluirla en este apartado.
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EL SANTO DOS CROQUES: En la parte trasera del parteluz, y mirando hacia el Altar Mayor del templo encontramos una pequeña figura postrada de rodillas, que se dice que representa al maestro Mateo y que porta una cartela donde se podía leer “architectvs”. La leyenda cuenta que el maestro había puesto una figura que lo representaba en el tímpano central, pero que el arzobispo le recriminó su falta de humildad. Debido a este episodio, Mateo hizo desaparecer esa figura de tímpano, pero esculpió otra en una zona escondida, arrodillada y sin luz para representar su humildad y arrepentimiento por querer aparecer al lado del Creador. Una antigua costumbre (que, por motivos de conservación, actualmente no se puede llevar a cabo) es la de golpear tres veces nuestra cabeza contra la de la escultura para adquirir sabiduría. Se dice que esta tradición fue iniciada por los estudiantes de la Universidad de Santiago. Debido a esto esta estatua es conocida popularmente como “o santo dos croques (el santo de los golpes)”.
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LA SANTA O SANTIÑA DE LA MEMORIA: En relación con el apartado anterior y buscando información para este apartado, nos encontramos con la web http://dbe.rah.es/biografias/13613/maestro-mateo donde puede leer lo siguiente: “… Sin embargo, su identificación con Mateo parece ser una invención del escritor romántico Antonio Neira de Mosquera en el siglo XIX, que trasplantó a Compostela una leyenda atribuida al arquitecto de San Marcos de Venecia (M. Mateo Sevilla). Una adición, de hacia 1400, al Códice Calixtino reconoce en esta figura a la matrona Compostela (de muliere nomine Compostela). Como señala Villaamil y Castro, en el siglo XIX todavía se le llamaba santa o santiña de la memoria. Más recientemente se ha querido identificar esta figura arrodillada con el “meus peregrinus” (Núñez Rodríguez). Lo cierto es que poco se sabe de esta escultura y tampoco se ha dado una explicación convincente a la inscripción incompleta que permanece sobre su hombro derecho (FEC…)”.
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UNA CAJA DE CERILLAS DEL SIGLO XIX: En esta última restauración se localizó en una junta del tímpano del arco central, un cuchillo con restos de escayola y una caja de cerillas datada en el último cuarto del siglo XIX, que perteneció a un trabajador que participaba en la realización de un vaciado en yeso que se utilizó de molde para conseguir una réplica, que actualmente se expone en el Victoria and Albert Museum de Londres.
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LA EMPANADA EN EL PÓRTICO DE LA GLORIA: Ramón Teijeiro en el libro “De la comida y otras sensualidades” indica que se conocen referencias a la empanada desde la época de los godos en el siglo VII; otros autores sugieren que fue introducida por los árabes en el siglo VIII. La empanada era un alimento que solían portar los peregrinos, gracias a su facilidad de transporte y buena conservación. Ésta se encuentra representada en el Pórtico, y te retamos a intentar descubrirla. Como pista de indicamos que, en la zona donde se representan los pecados capitales, una figura intenta comer dicho alimento típico gallego, pero le resulta imposible ya que tiene una cuerda atada al cuello. Se dice que esta figura representa la gula.
Interpretaciones del Pórtico
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A lo largo de la historia muchas han sido las interpretaciones que se han dado de la temática del pórtico, entre las que podemos destacar:
TEORÍA DE LA GLORIA: Ya propuesta en el año 1.747 por Riobóo y Seixas y ampliada años más tarde por Neira Mosquera, Antonio de la Iglesia y Villamil – Castro, donde se indica que:
El arco central representa la Gloria, con el Salvador en el centro, mostrando las llagas de sus manos.
El arco izquierdo representa el Limbo o Seno de Abraham.
El arco derecho está dedicado al Purgatorio y al Infierno.
Aunque parece claro que en el arco central se representa la Gloria, nos encontramos con el problema de explicar la presencia de la estatua de San Juan Bautista en el arco derecho que, según esta teoría, representa el Infierno. En el arco izquierdo también observamos varias figuras que parece que tratan de huir del lugar, caminando hacia el arco central.
TEORÍA DEL JUICIO FINAL: Planteada en primer lugar por Lonsdale, y ampliada por el arqueólogo inglés George Edmund Street, que afirma que:
En el arco central se encuentra representado Cristo como el “Juez que dicta” y está acompañado por la Corte Celestial.
En el arco lateral izquierdo se observa el Paraíso con los bienaventurados.
En el arco lateral derecho encontramos a los condenados, atormentados por horribles monstruos.
Como en el apartado anterior, no es fácil explicar que, siendo el Paraíso, aparezcan varias figuras que parece que quieren escapar del lugar. Otro problema es el de la imagen de Cristo, con semblante sereno y enseñando sus llagas, no parece concordar con la teoría del Cristo Juzgador.
TEORÍA DE LAS TRES IGLESIAS: Enunciada por primera vez por A. López Ferreiro, donde se indica que:
El arco central está ocupado por la Iglesia Cristiana o Casa de Dios.
El arco izquierdo corresponde a la Iglesia Judía o Sinagoga
El arco derecho representa a los gentiles e infieles.
La dificultad principal de esta interpretación se basa en que una parte de la iconografía que se presenta en el Pórtico no responde a esta tesis. Tampoco resulta fácil explicar la representación de San Juan Bautista en el arco derecho, dedicado a los infieles.
Otro argumento que nos hace descartar las dos últimas teorías es el propio nombre “Pórtico de la Gloria”, que es el único del que tenemos conocimiento desde su construcción. Por este motivo es lógico pensar que, si la tradición fijó este nombre, este debe ser su tema principal o “la primera acepción en que Mateo quiso que se entendiese su obra”.
TEORÍA APOCALÍPTICA: Desarrollada en profundidad por Rafael Silva en el libro “El Pórtico de la Gloria”, donde nos dice que, aunque en un primer momento pensaba que en el Pórtico se representaba únicamente el Apocalipsis según San Juan con la Gloria o Jerusalén Celeste en el arco central; las 12 tribus de Israel (Apocalipsis 7,4-8) o el Milenio (Apocalipsis 20,1-6) en el arco izquierdo (este punto es difícilmente explicable ya que el número de figuras representadas en las tres arquivoltas no coinciden con el texto bíblico) y el Juicio Final en el arco derecho; con el cual se cierra el tiempo o ciclo histórico según el Apocalipsis. Pero estudiando profundamente los textos bíblicos, Silva llega a la conclusión de que no es únicamente una representación del Apocalipsis de San Juan, sino más bien una visión basada en la literatura apocalíptica de la Biblia.
Esta teoría interpreta los arcos de la siguiente forma:
El arco central representa la Gloria y la ciudad celeste o “Nueva Jerusalén”, con su Templo Celeste y su liturgia propia. Esta escena da a entender al peregrino que después de sus andanzas y sacrificios, al final de su camino (vida terrenal), se encontrará con la recompensa de la Gloria eterna.
El arco izquierdo representa la Creación y otros temas del Antiguo Testamento según el libro IV de Esdras, ya que podemos distinguir varios personajes: Adán y Eva, Noé, Abraham, Isaac y dos de sus hijos, Moisés, David, las tribus de Judá y Benjamín, el cautiverio de las 10 tribus de Israel, etc.
El arco derecho representa el juicio final, con el Juez supremo en el centro ante quien comparecen todos los moradores de la tierra. Los elegidos están colocados a la derecha y los réprobos a la izquierda.
TEORÍA DE LA AUDIENCIA DEL GRAN REY: Enunciada por Félix Carbó en el libro “El Pórtico de la Gloria: misterio y sentido”, donde argumenta que la representación no sólo se debe interpretar como una visión apocalíptica, sino también como una relación de vasallaje (entendida como un contrato suscrito entre ambas partes, donde el hombre ofrece sumisión y respeto, mientras que el Rey de reyes otorga su protección), forma común de relación en la Edad Media.
Este autor divide la obra en varias partes, teniendo en cuenta, la cripta (el mundo inferior sin ningún tipo de luz), el pórtico propiamente dicho (que representa el mundo del hombre) y la tribuna (donde habita el Misterio de Dios).
En cuanto al pórtico, se refiere a él en dos ejes diferentes:
– Ejes horizontales: Simbolizan las rutas, señales, etapas y esfuerzos para llegar a la meta, que es el tímpano central.
En la parte baja (bases de las columnas) se representa “el microcosmos, el hombre, su situación y sus deseos de acceso hacia el Misterio; así como su aislamiento de la relación con Dios, por el pecado”.
En las columnas decoradas se simbolizan las vías y rutas para alcanzar lo deseado, encima de ellas se personifican los heraldos del Rey (Profetas y Apóstoles), “que tienen la misión de anunciar a los hombres los mensajes de lo Alto, y la forma de relación de Aquel con el Misterio. Son los indicadores de las vías de enlace entre la Humanidad y el reino de Cristo”.
En la parte superior encontraremos el macrocosmos que “muestra la vida después de la vida. A la derecha e izquierda del tímpano se definen las zonas de acceso al reino de Cristo, las puertas por las que pasan los hombres, vigiladas por los ángeles”.
– Ejes verticales: Describen la sucesión de los hechos que relata la Historia Sagrada en relación del hombre con el Misterio (la Salvación). “yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin, dice el Señor Dios, el que es y el que era y que da de venir, el Todopoderoso” (apocalipsis 1,8).
A la izquierda del parteluz está representada la Humanidad antes de Cristo (el principio o el alfa) con los profetas menores (tiempos antiguos), los mayores (Antigua alianza) y el limbo de los justos (en las arquivoltas).
A la derecha encontramos la Humanidad después de Cristo (el fin o el omega) con los Apóstoles (Nueva Alianza) y el purgatorio de los santos (en la arquivolta).
En el centro (parteluz) se encuentra representado el Apóstol Santiago (el primero que dio la vida por Cristo, y que vino a cristianizar occidente) y al Cristo Coronado (en el centro del tímpano) como Señor del tiempo, que es quien divide el antes y el después de la historia.
También es importante reseñar que en el lugar donde se unen los arcos laterales con el central, encontramos las puertas de acceso al Reino (tímpano central) flanqueadas por los ujieres (representados por ángeles) que permiten la entrada de las almas admitidas en el Reino.
El tímpano central: Escenifica la audiencia que el Rey concede a su pueblo, y donde los cronistas (Evangelistas) toman nota de las peticiones de los súbditos (peregrinos), mientras el resto de los moradores (el pueblo judío a la izquierda y los cristianos a la derecha) ocupan su puesto en la Corte del Redentor, entonando cánticos de alabanza.
El principal problema que notamos en esta teoría es la presencia de los ángeles que portan los instrumentos de la Pasión en el tímpano central, ya que entendemos que no tienen relación con la audiencia representada en el tímpano central.
Para entender mejor esta teoría recomendamos la visita a la web http://www.porticodelagloria.com/el-portico-de-la-gloria.html donde están publicadas varias fotografías de muy buena calidad, y se desarrolla esta teoría con mayor detalle. También encontramos la identificación individual de la mayor parte de las figuras que aparecen en el Pórtico http://www.porticodelagloria.com/quien-es-quien.html
El resumen que podemos hacer de este apartado es que existen múltiples interpretaciones del significado del pórtico y no podemos asegurar que ninguna sea cien por cien la que quiso plasmar el Maestro Mateo en el conjunto arquitectónico; que se fue perdiendo por el paso de los siglos, por su deterioro debido a las inclemencias del tiempo y por las diferentes restauraciones que sufrió esta obra cumbre del románico.
El principal escollo que debemos salvar a la hora de contemplar y entender el significado del pórtico es la perspectiva actual que tenemos de la obra ya que, desde la construcción de la Fachada del Obradoiro, es imposible obtener una visión total del mismo debido al reducido espacio que queda entre ella y el pórtico propiamente dicho (que originalmente estaba al aire libre y los peregrinos podían observar desde la lejanía). También debemos indicar que faltan varias piezas del diseño original; algunas fueron retiradas para la construcción de la mencionada fachada y otras fueron desapareciendo con el paso del tiempo (por ejemplo: se cree que los arcos laterales también disponían de tímpanos tallados con escenas explicativas).
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